La inteligencia cooperativa o inteligencia de código abierto o fuentes abiertas, - en inglés, OSINT, Open Source Intelligence - es un nuevo paradigma que ha surgido a partir del uso y masificación de la inteligencia artificial. Éste se vincula con la utilización de los datos públicos existentes en la web con fines investigativos y que por lo tanto, pueden ser intervenidos y/o compartidos. Esta información está principalmente en internet, aunque puede ser encontrada en otros tipos de fuentes.
La propia OTAN (Organización para el Tratado del Atlántico Norte) tiene una definición para ella: “inteligencia derivada de información disponible públicamente, así como otra información no clasificada de distribución o acceso público limitado”(1).

En términos prácticos, el código abierto es especialmente útil y atractivo para el ámbito de la ciberseguridad, puesto que permite acceder a información determinada con fines de investigación, así como también, puede detectar lagunas de seguridad en espacios digitales. Por cierto, los beneficios son numerosos, pero es innegable que la apertura de los datos también genera usos poco éticos por parte de un segmento de la población.

En mayo de 2023, se filtró un documento en el que Luke Sernau, ingeniero de Google, señaló que los avances de la comunidad de código abierto son cada día más grandes, generando una eficiente resolución de problemas, mientras Google y OpenAI todavía invierten su tiempo compitiendo entre sí (2).

Sin embargo, este tema, entre muchos otros elementos, sitúa en el debate público la democratización de los espacios digitales y  la  utilización de la inteligencia artificial de modo colectivo y por lógica, posee ventajas y desventajas. Entre las primeras, destaca la posibilidad de colaboración entre programadores de distintas partes del mundo, así  como también, la capacidad de fortalecer y aumentar paulatinamente las funcionalidades de los proyectos. Sin embargo, al  no existir una regulación  internacional estandarizada y completa de utilización de la IA y al no ser un trabajo  previamente coordinado, se corren serios riesgos respecto al traspaso de los límites éticos.

El propio Foro Económico Internacional en un artículo de enero de este año, cita la normativa estadounidense Orden Ejecutiva sobre el Desarrollo y Uso Seguro y Fiable  de la Inteligencia Artificial (3), y plantea la discusión sobre los modelos de código cerrado versus los modelos de código abierto (4). Del mismo modo, también realiza una referencia a la Ley de Inteligencia Artificial (https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/HTML/?uri=CELEX:52021PC0206) de la Unión Europea, que se define en su página web como “la primera ley exhaustiva sobre IA de un regulador importante en cualquier parte del mundo”. (5)
A nivel nacional, en tanto, con fecha 3 de diciembre de 2021 se ha publicado el Decreto 20, que aprueba una Política Nacional de Inteligencia Artificial y que ha sido impulsada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. (6)
Todas estas iniciativas que pretenden reglamentar la utilización de la inteligencia artificial, coinciden  en el sentido de obligación que deberían tener los Estados, de por un lado, ir a la par del desarrollo tecnológico, por otro, de catalogar en diversos niveles de riesgo, a aquellos sistemas y aplicaciones que son – o están en vías de- ser utilizados masivamente por parte de la población, y en particular, de generaciones jóvenes familiarizadas con la digitalización de la vida social y cotidiana; y por último, de sancionar el uso inadecuado de la IA y de la información pública que circula en la web.

Como es posible apreciar, las acciones derivadas del tema son incipientes y nacen de la necesidad y preocupación por el resguardo de la privacidad de los datos de miles de usuarios, en un mundo en el que cada día las fronteras físicas y digitales parecen ser más difusas. ¿Lo único seguro por ahora? La Inteligencia Artificial nos seguirá sorprendiendo...

Fuentes utilizadas:

(1) https://www.newtral.es/que-es-osint-inteligencia-fuentes-abiertas/20220803/
(2) https://hipertextual.com/2023/05/ia-codigo-abierto-vencera-google-openai
(3) https://www.whitehouse.gov/briefing-room/presidential-actions/2023/10/30/executive-order-on-the-safe-secure-and-trustworthy-development-and-use-of-artificial-intelligence/
(4) https://es.weforum.org/agenda/2024/01/por-que-el-codigo-abierto-es-crucial-para-el-desarrollo-responsable-de-la-ia/
(5) https://artificialintelligenceact.eu/es/
(6) https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1169399

Por:

Loreto Hermosilla J. - Departamento de Comunicaciones, Cooperativa de Trabajo NewDev